Mi visión del Tantra

Mi visión del Tantra es que el Tantra es un camino de vida 

¡En el camino tántrico, fundimos el Espíritu con la materia en una 
manera placentera y eficaz! Es por eso que la mayoría de nosotros hemos encarnado.

Desafortunadamente, es lo que la mayoría de nosotros buscamos, de muchas maneras equivocadas. 

Tratamos de encontrarlo en la indulgencia, el consumo de materiales, un frío y poco saludable sexo, diferente adicciones… y no donde realmente está; dentro de nuestro físico, cuerpo emocional y energético!

Todos somos Dioses y Diosas dentro de un cuerpo humano, evitando darnos cuenta de que el Espíritu puede existir dentro de la materia y vivir una vida de felicidad y placer. 

¿Por qué hacemos eso?
¡Porque nos dijeron que lo Divino está en algún lugar exterior, en algún lugar del cielo o en diferentes dimensiones y que el cuerpo es algo pecaminoso y «sucio»!

Pensamos que lo Divino vive separado del cuerpo en algún lugar del cielo o en una creencia religiosa. 

¡Lo Divino está en todas partes! Es lo que hace que la materia exista… es lo que nos hace respirar, vivir, interactuar entre nosotros e incluso con nosotros mismos.!
¡Lo Divino no es un Dios masculino estricto que vive en el cielo, sino un dulce amor que reside dentro de nuestro cuerpo, dentro de los árboles, los animales, la naturaleza y en toda la creación de la existencia!
 
¡Hemos entendido mal lo que es la Divinidad! 
El Tantra viene a disolver este malentendido y a mostrarnos que podemos encontrar lo Divino en lo profundo de nuestros cuerpos, dentro de nuestros sentidos, nuestras emociones, nuestra sexualidad e incluso nuestra Sombra.
 
Mi trabajo con el Tantra tiene varios enfoques. 

Enfoque chamánico:
El Tantra no es una forma de usar indebidamente nuestra energía sexual ni una forma de aprender varias posturas sexuales, sino de conectar con lo que realmente es la energía sexual; el amor de la madre tierra que penetra en el centro de nuestro ser. 

En mi enfoque chamánico, nuestra energía sexual es la energía de la madre tierra que nos penetra y nos da el combustible para vivir. 
Cuando dejamos que esta energía se fusione con nuestro cuerpo, nos da vitalidad y todo lo que necesitamos para crear una vida plena y feliz.
Cuando la energía terrenal sube por nuestra columna, se transforma en una energía sexual más dulce que comienza a nutrir todos nuestros chakras.

¡En ese estado, nos convertimos en uno con la naturaleza! Perdemos el control y nos unimos con todos los elementos; rendimos al 
fuego, hacemos el amor con el agua, fluimos con el viento y abrazamos con amor toda la tierra. 

¡Esto nos lleva a un estado de «Nirvana»!

¡El camino del autodesarrollo no es el que nos lleva a una 
iluminación fuera del cuerpo sino el camino que nos lleva al 
la comprensión de que somos dioses dentro de la materia!

Sentidos-las puertas al Nirvana:
Otro enfoque del Tantra es la activación y el despertar de los sentidos como Puertas a lo Divino. 
Una forma de encontrar lo Divino dentro del cuerpo es a través de los sentidos.
Podemos encontrar lo Divino en todo lo que los sentidos pueden percibir; 
oler el aroma del café, comer un mango jugoso, dejarnos llevar por una melodía, dejárnos envolver por un simple toque, absorber toda la belleza del mundo con nuestros ojos…

Es cuando la presencia se encuentra con la energía cuando nuestro hombre interior se encuentra con nuestra mujer interior y fluye en una danza creativa interior.

… y esto me lleva a otro enfoque de mis enseñanzas tántricas…

Nuestro hombre y mujer interior
Un hombre interior sano es responsable de la presencia y la honestidad que nos mostramos a nosotro/as mismo/as. Él siempre está ahí para apoyarnos pase lo que pase, mostrarnos el mejor camino para nosotros y mantenernos en nuestro centro.

 Un hombre interior sano es la parte de nosotros mismos que establece metas y las logra con disciplina, no con exigencia propia o perfeccionismo. Es la parte de nosotros que cada vez que caemos, nos pide con mucho amor que volvamos a ponernos de pie y continuar. Como un guerrero pacífico, sostiene una espada que usa para cortar los obstáculos en su camino y reflejar su luz interna a la realidad externa.

¡Tiene las llaves del templo de la «Presencia»! 

Él está ahí, presente, centrado, concentrado y tranquilo.

Una mujer interior sana es la que no teme dejar fluir las emociones. La parte interior de nosotros que está conectada a nuestra intuición y a la tierra. La parte que no teme rendirse al Espíritu y darle la dirección.

Nuestra mujer interior es responsable de nuestro placer, diversión y locura.

Tiene las llaves del templo del «Amor Incondicional».

Cuando estos dos se unen y se funden en amor dentro de nosotros, el Tantra aparece a través de la hermosa danza de las polaridades.

Y a pesar de que todos, profundamente somos seres divinos puros sin género, tener un acceso saludable a nuestras polaridades puede añadir salud, belleza, éxito, brillo y alegría para nuestras vidas. 

Lo femenino y lo masculino son dos arquetipos que el Espíritu usa para disfrutar de la vida en la tierra. Son como disfraces que el Espíritu puede llevar en momentos diferentes. 

Y no hay nada más liberador para que el Espíritu lleve cualquier disfraz 
quiere para expresar su grandiosidad en este planeta.