Pero, ¿qué son las ceremonias del cacao?
Las ceremonias del cacao han existido desde hace miles de años. Se remontan a las tradiciones mayas y aztecas de América Central y del Sur, utilizadas con fines espirituales, medicinales y ceremoniales para el despertar interior y el crecimiento personal. El cacao ceremonial se usa como una medicina que abre el corazón para experimentar de manera segura el despertar, el amor y la curación interior. El cacao se utiliza en un ritual medicinal sagrado, donde se establecen las intenciones y, una vez consumido, podemos conectarnos con nosotro/as mismo/as y con la energía amorosa de nuestro cuerpo.
Muchos participantes en la ceremonia del cacao informan haber sentido los efectos hasta 2-3 días después con sensaciones de paz, alegría, ligereza, facilidad y relajación.
La principal ventaja de beber cacao frente a comerlo es que puede absorberse en el torrente sanguíneo más rápido, especialmente si se consume con el estómago vacío y porsupuesto si es cacao crudo.
Foto: Ceremonia del Cacao Festival del Alegria!
Unas palabras acerca de los beneficios del cacao:
El cacao crudo contiene cuatro veces más antioxidantes que el chocolate negro normal e incluso 20 veces más que las moras.
Además de ser rico en antioxidantes y flavonoides, el cacao tiene un alto contenido de hierro, zinc, potasio y magnesio.
El cacao estimula al cerebro para que libere neurotransmisores, que pueden desencadenar emociones como la euforia.
Cuando comemos o bebemos cacao, el cuerpo produce una sustancia química natural relacionada con las glándulas suprarrenales llamada feniletilamina (PEA). Sustancia que también aparece cuando nos sentimos emocionados o enamorados, lo que hace que nuestro pulso se acelere.
También produce serotonina, que reduce el estrés y la dopamina, lo que mejora la alegría y el bienestar emocional.
Cómo es una ceremonia de cacao conmigo:
Si se hace en vivo, en el mismo espacio, cocino el Cacao en casa en un estado de profunda meditación siguiendo cómo le gustaría que se cocinara el Espíritu del Cacao.
Dependiendo del grupo, el Espiritu del Cacao podría pedirme que agregue un poco de canela, cardamomo, clavo y otras especias que añadirán su propio toque al proceso de transformación de la gente.
Luego nos reunimos en la sala de meditación y entramos en un viaje de transformación haciendo ejercicios de introspección y bebiendo la Medicina del Cacao.
Suelo combinar el efecto de la planta con ejercicios introspectivos, danza, tantra y más (según el tema del seminario). Todo esto de manera que las personas puedan sentirse cómodas para abrir sus corazones, sus mentes y sus almas y deshacerse de cualquier cosa que ya no necesiten y que no les sirva en la vida.
Durante el taller, el Cacao derrite con éxito la «armadura» del corazón y deja que el amor incondicional florezca desde dentro y fuera.
Despierta nuestro poder sexual y nos recuerda lo importante que es vivir una vida de felicidad y no una vida estresante que se base en satisfacer las necesidades de los demás más que de nosotro/as mismo/as.
Es un Maestro Sagrado que aumenta nuestra conexión con nuestro ser interior, abre el chakra del corazón y permite que el éxtasis y el amor entren en nuestro ser.
Ayuda en cualquier cambio transformador en el que estemos trabajando, ya sea que busquemos profundizar nuestra comprensión de quiénes somos, liberar viejos patrones y traumas o mudarnos a un espacio más seguro de sí mismos.
En la ceremonia sagrada, somos libres de establecer cualquier intención que queramos y el cacao nos permite avanzar hacia ese objetivo.
Mi viaje personal con Cacao
Crecí en una familia en la que aprendí que todas las plantas, especias y todo lo que sale de la Madre Tierra tiene voz.
Aprendí a escuchar las palabras de café, cacao, pimienta, canela…
Una gran planta que me ha acompañado durante los últimos diez años en el camino del crecimiento personal es el cacao.
Todo lo que sale de la tierra tiene vida; tiene conciencia, tiene espíritu. El espíritu del cacao es como el espíritu de un sabio Gurú cuyo propósito es guiarte de la cabeza al corazón y de la mente al cuerpo, ayudándote a descubrir aspectos ocultos de ti mismo y mostrarte cómo amar.
Mi viaje más profundo con Cacao comenzó hace unos diez años cuando conocí a una bella y sabia abuela que me presentó los secretos del cacao.
Hizo el cacao, me dio la taza y me pidió que me sentara debajo de un árbol y escuchara con el corazón la voz de la planta. Aunque no podía entender nada de lo que me decía, sentí un hormigueo en el corazón diciéndome que siguiera las palabras de la abuela sin pensar demasiado.
Encontré un algarrobo y me senté a su sombra. Tomé el cacao en mis manos, lo olí, cerré los ojos y tomé el primer sorbo.
¡Desde entonces, he entrado en un camino sin retorno! ¡Un camino que me lleva, con cada sorbo, más cerca de mi corazón, más cerca de la verdad de mi cuerpo, más cerca de mi naturaleza Divina!
¡Desde entonces hasta hoy, Cacao es mi psicoterapeuta, mi amigo, mi amante, mi madre y mi padre! Cada vez que entro en contacto con esta bebida sagrada, siento que estoy bebiendo la sangre de la Madre Tierra, que anhela encontrarme desde dentro para que pueda abrazarme, sanarme y mostrarme el camino.